Se lo vació, pero le resultó inutil.
Le vertió agua caliente y...nada.
Fue a la única ferretería del pueblo a comprar Diablo Rojo
Este es un blog de ficción, creado como apoyo a las publicaciones literarias de Marìa Teresa Fuenmayor (@sayury) en hive.blog
Se lo vació, pero le resultó inutil.
Le vertió agua caliente y...nada.
Fue a la única ferretería del pueblo a comprar Diablo Rojo
Dalia era la única dama de Turisupi que trabajaba en "el oficio más antiguo del mundo". No era natural del pueblo, había llegado un buen día para quedarse y se quedó. Era también la única que tenía algunos dientes de oro. Apenas llegar se presentó a las autoridades y llegaron a un convenio: Respetaría a los menores de edad y a los hombres casados. Se plegó a estas normas y por ello no tuvo jamás problemas con las autoridades.
A pesar de su profesión era una mujer religiosa y muy devota. De María Magdalena - por supuesto - y de las ánimas del purgatorio. Todos los lunes, además de encenderles en casa nueve velitas colocadas en forma de cruz, les mandaba a hacer una Misa en la capilla. Misa a la que no asistía, porque "no se la llevaba muy bien con el cura", solía decir. Una vez en que estaba bastante estrecha economicamente y preocupada porque tenía deudas, soñó con el número 69. Era la noche del domingo para ese lunes dedicado a las ánimas, así que se dijo a sí misma que eran ellas las que le habían dado ese dato para que lo jugara a la lotería.
En ese momento estaba "corta de plata", "limpia", "seca"... No tenía dinero, pues. Bueno...sí tenía, pero ajeno. Un dinero guardado para pagar una deuda. Había avisado al acreedor el cual vendría al día siguiente a cobrarle. Pero el sueño venía de las ánimas... Eso, para ella, era algo seguro. A sus clientes fijos les pidió dinero prestado, todo lo más que pudieran, para devolvérselos al día siguiente.
Juntó todo el dinero y lo jugó al 69 (Al revés y al derecho, por si acaso). Esa noche encendió la radio para escuchar los resultados del sorteo. Salió el 01 ¡No sólo no resolvió su problema, sino que quedó más endeudada que antes! Se disgustó mucho con las ánimas y, disgustada y decepcionada, les reclamó a voz en cuello: "¿Por que me hacen esto? ¡En el momento en que más las necesito! ¡Si nunca he dejado de ponerles sus nueve velas todos los lunes! ¿Por qué me hacen esto?"
Esa noche, luego de despedir al último cliente, se fue sola a la cama. Le costó mucho conciliar el sueño debido a la preocupación, sin embargo, terminó por dormirse y soñó... que se asomaba a la puerta y veía venir una carroza de color negro, tirada por caballos también negros. La conducía un esqueleto. Al llegar frente a su casa, la carroza se detuvo, de ella bajaron dos esqueletos cargando un baúl del cual sacaron posteriormente un montón de velas que le arrojaron a las puertas de su casa. Luego de vaciar el baúl de esta manera lo subieron nuevamente y partieron de allí con gran rapidez.
Dalia despertó muy impresionada por el sueño. Luego se volvió a dormir y soñó exactamente lo mismo. Durante toda la noche esto se repitió varias veces. De más está decir que nunca más encendió velas a las ánimas del Purgatorio
Sitio web de la imagen: https://blogs.mujerhoy.com/sexo-y-placer/2019/02/06/la-famosa-postura-del-69.html
No sólo Angi tenía una conexión extraña con las culebras. Estaba también el caso de Demetrio José de la Calle, quien les decía "Las amigas" y se disgustaba al enterarse de que alguien había matado alguna.
En el patio de la casa de Demetrio José de la Calle, en las cuerdas para colgar la ropa lavada, se veían balancearse a veces unas tres o cuatro culebras vivas.
La indicación de Demetrio José de la Calle a sus allegados era de que si avistaban una culebra o serpiente ( y les aclaraba que las culebras eran las que no tenían veneno, como las "ratoneras", por ejemplo, mientras las serpientes sí lo tenían) no la debían matar sino llamarlo, que él iría a buscarla. En efecto, en esos casos llegaba Demetrio José de la Calle al lugar canturreando algo entre dientes (se decía que era la oración secreta con que las amansaba) y limpiamente y a mano pelá tomaba al ofidio con delicadeza y se lo llevaba enrollado en el brazo donde apenas tocarlo se acomodaba el animal.
Era un espectáculo verle llegar a su rancho dando traspiés después de una noche de farra. Por su sobrina Nani se sabía que en esos casos colgaba su pantalón cuidadosamente de un clavo en una esquina del cuarto y que colocaba una sierpe en cada bolsillo para evitar que la mujer le fuera a sacar el dinero que le quedaba para salir le luego con la historia de que "te lo bebiste todo anoche". Bueno, eso le había pasado una sola vez, y ahora más nunca, gracias a la colaboración de " Las amigas".
Tal vez sí era una oración secreta lo que daba a Demetrio José de la Calle tal dominio sobre esos reptiles, y secreta se quedó, ya que un buen día el bueno de Demetrio José de la Calle falleció de un infarto repentino sin antes haber dado a conocer su secreto ni siquiera a sus familiares más cercanos.
Durante todo el velorio sus allegados tuvieron que soportar la vista de una inmensa verdigalla que, colocada a los pies de su catafalco le hizo guardia de honor toda la noche. Nadie se atrevió a espantarla y mucho menos a matarla, en honor del finado, ni fue para nadie una sorpresa el doble cortejo que hubo en el sepelio al día siguiente, ya que, tras los seis caballeros que, por turnos, se encargaban de hacer llegar el ataúd al Cementerio Municipal, detrás del cortejo humano encabezado por las plañideras a quien el Jefe Civil - amigo personal de Demetrio José de la Calle - había dado una buena paga con la indicación de que el llanto no se debería interrumpir "Ni un minuto, miren que para eso les estoy pagando bien" seguía el larguísimo cortejo de ofidios, chocante quizá a la vista pero conmovedor a la vez, toda vez que hasta la serpiente cascabel que lo encabezaba, aseveraba Doña Domitila, que la había visto soltar varias lágrimas no más entrar al Cementerio.
Sitio web de la imagen: https://www.cope.es/emisoras/castilla-la-mancha/toledo-provincia/talavera/noticias/busca-serpiente-que-mordio-hombre-ingresado-uci-del-hospital-toledo-20210228_1164133
Fuente de la imagen: https://hive.blog/hive-181964/@luisfe/el-gran-saman-the-great-saman Son las cinco de la tarde y allá va Doña Servidea...