jueves, 3 de febrero de 2022

"SEIS PIES Y ALGUNAS PULGADAS"

 



Esta es la bodega de la Sra. Gumersinda o "Doña Gume" como es más conocida por todos.

Doña Gumersinda era una matrona muy respetada en Turisupi Viuda, con ocho hijos del matrimonio más una niña que le criara a su esposo, se ayudaba con lo que se vendía en la bodega para el sustento diario.


Normalmente encargaba la bodega a uno de sus dos hijos mayores (Nicolás o Alejandro), pero, a partir del día en que se fueron de aprendices a un taller de zapatería encargó al menor, Marcelino. El resto eran hembras y ella decía: "Mujé' que atiende bodega se pone lavá' " Y ese "lavá' " tenía la connotación de pérdida del recato, la ingenuidad y "esa cierta timidez que no debe faltar en la mujer".


Encargarse Marcelino de la bodega y descender las ventas totalmente fue todo una.

No le pasaba por la cabeza a Doña Gume que fuera él causante de alguna manera de este fenómeno, más bien se lo adjudicó a que, por envidia, le hubiesen "echado un daño".


Así que se fue a casa de la Sra. Cruz a averiguar la dirección del curioso que la había curado cuando el lío de los gusanos rojos.


Después del reglamentario cafecito, la Sra. Cruz la escuchó pacientemente.


image.pngMire, doña Gume, esa dirección no se la voy a dar porque mi nueva religión me prohíbe practicar o recomendar esas cosas. Pero usted no necesita eso...Le voy a dar un consejito... Cuando su muchacho esté atendiendo el negocio... Móntele cacería, vigílelo por la rendijita de la puerta a ver qué pasa


image.png¿Por qué me dice eso, Sra. Cruz, ha escuchado usted algo? ¡Si usted misma ha sido una de las que han dejado de ir a mí bodega! ¿Por qué?


image.pngMire, cuando fueron unos a preguntarle a nuestro Señor dónde vivía, Él les dijo "Vengan y vean". Vaya, pues, usted, y vea. Aunque...mire, como tal como usted me acaba de contar ya no va nadie a su bodega... Mejor hacemos una cosa: A las 3:30 exactamente yo entro en la bodega y usted se asoma por la "endijita ", como le dije. Pero, lógicamente, no le comente nada usted al chico.


Así convinieron y así hicieron.


A las 3:15 estaba ya Doña Gume asomada por la rendija de la puerta que daba a la bodega.


3:30 Entra la Sra. Rosa


-Buenas tardes.


Con voz fastidiada, Marcelino contestó...


-¿Qué quiere?

-Un kilo de azúcar.


-Donde el Sr. Eleobaldo venden azúcar, vaya para allá que estoy ocupado.


Muy molesta Doña Gume abrió la puerta de comunicación entre la casa y la bodega inquiriendo con fuerte voz que le temblaba de la rabia:

-¿Ocupado en qué?


Pasaba que desde la mirilla de la puerta no lo podía visualizar pero sí había escuchado todo perfectamente.

Pero ahora sį se presentaba a su vista, en la mano derecha de Marcelino, el motivo de su ocupación.

Sentado, con la silla en posición inclinada recostada de la pared, las piernas en alto con los pies cruzados sobre el mostrador, mantenía sujeta de la mano derecha una novelita de vaqueros, del célebre Marcial Lafuente Estefanía



Sitio web de esta imagen:https://elratonlibrero.noblogs.org/post/2018/03/09/llegara-tu-castigo-marcial-lafuente-estefania/


...y en ese momento estaba Marcelino ocupadísimo, pues el protagonista (Alan, amigo de Mike y Steve) quien medía (Como todos los héroes creados por dicho autor) "seis pies y algunas pulgadas" se batía justamente en ese momento a tiros con una banda de forajidos, estando en una situación muy difícil y él estaba demasiado interesado en lo que ocurría allí para perder su tiempo despachando una azúcar que muy bien podía ser comprada donde el Sr. Eleobaldo, a solo dos cuadras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA TULA

  Fuente de la imagen: https://hive.blog/hive-181964/@luisfe/el-gran-saman-the-great-saman Son las cinco de la tarde y allá va Doña Servidea...